(click en la imagen para ampliar el jalado presidencial)
Se acentúan los cambios en la
política comunicacional del Gobierno. Especialmente en el contenido de los
discursos presidenciales. También en las formas.
“Los pobres se merecen algo más que paco”, exclamó la Presidenta durante un acto en el Conurbano. Además de prometer una justa distribución de las drogas, abogó por un
“narcotráfico nacional y popular”. A pesar de su flamante
simpatía asesorada, se la notó algo tensa y
“dura”. Funcionarios cercanos atribuyeron esta actitud a un
escaso consumo de cerdo durante los últimos días por razones protocolares.
También fueron muy duras las críticas que lanzó Cristina contra los
países centrales. Tras acusarlos de
“discriminación consumista”, los responsabilizó por el aumento del consumo de
paco en nuestro país, especialmente en los sectores más humildes. “No sólo nos dicen qué joyas comprar, qué diseñador de moda debemos contratar o qué camioneta utilizar los fines de semana, sino que ahora también nos quieren decir
qué drogas tenemos que consumir”, denunció la Presidenta.
Tras inaugurar el
primer trazo del plano del
proyecto de una guardería virtual de juguetes extraviados, quizás la
obra más ambiciosa de su mandato para el Conurbano Bonaerense, el discurso de Cristina generó un fuerte impacto emocional entre los asistentes al acto, que silenciaron bombos y cánticos para escuchar las esperadas palabras presidenciales.
“Cuando viajo por el mundo quedo maravillada con las
drogas que toman en los países más desarrollados, pero me indigna ver cómo la
desperdician. Ni siquieran son solidarios con sus compatriotas más pobres, que terminan drogándose con lo que le enviamos nosotros, gracias al
trabajo argentino. Por ejemplo, con la
cocaína que queda en el papel que un chico alemán tira a la basura después de
jalar con sus amigos, les aseguro que la mayoría de ustedes estarían
duros y felices durante varias semanas”. Ante el silencio de la multitud, el discurso de Cristina podía escucharse con claridad hasta poco más allá de la quinta fila. Desde allí, y para subsanar el robo de los equipos de audio, sus palabras comenzaba a ser
retransmitidas oralmente por docenas de esforzados
militantes parlantes.
Para hablar sobre la situación en el país, la Presidenta hizo referencia a las palabras de
Alfredo de Angelis durante la crisis con el
campo. Comparando el
consumo de lomo con el de paco, Cristina criticó que sólo un
sector privilegiado de la sociedad tenga acceso a las mejores
drogas, mientras que los más
humildes deban conformarse con las
sobras. “Esto es consecuencia del neoliberalismo de los ’90. La
oligarquía quiere que el pueblo trabajador se meta cada vez más
porquerías en la nariz, así ellos pueden seguir aspirando
merca sin corte, bailar empastillados con
drogas de diseño y volar encartonados con
ácido”, denunció la Presidenta ante una multitud
endurecida por el dolor.
Luego, se produjo un momento muy emotivo cuando un grupo de
abuelas del barrio consiguió llegar hasta el escenario para entregarle a la Presidenta un
regalo muy especial: la primera docena de
dosis de paco salida de la
narcocina del Centro de Jubilados
“Francisco Paco Manrique”. Elaboradas
artesanalmente por las manos de las
ancianas, esas modestas dosis de
paco emocionaron a Cristina. Además de aceptarlas de buena gana, sorprendió a todos cuando
se las fumó a todas, ganándose definitivamente el corazón del vecindario. “Esta Presidenta va a luchar para que todos los argentinos podamos tener las
mismas aspiraciones”, prometió Cristina ante la algarabía de los asistentes, que encendieron simultáneamente miles de
porros ofreciendo un espectáculo maravilloso que hizo delirar hasta a los dirigentes locales más experimentados.
INFORME: GIGLIOLA CINQUETTI (CRONISTA ACREDITADA EN EL GBA). ASESORAMIENTO PSICOTROPICO: DR. ROBERTO GALAN (FUNDACION “YO NO ME QUIERO DROGAR, Y USTED SI?). AGRADECIMIENTO ESPECIAL: COCINAS “ESLADRON DE LUJO” (UNICAS CON HORNO PARA PACO).Enviá este blog a un amigo o enemigo (preferentemente)