Montoneros K secuestran al Coco Basile

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Un grupo autotitulado Montoneros K secuestró al Coco Basile. A cambio de su liberación, exigen a la AFA cambios en el seleccionado nacional. Demandan que se priorice a los jugadores de menores recursos futbolísticos. Para ello, pidieron la inmediata incorporación de futbolistas del Ascenso y la desafectación de los que juegan en Europa. Además, exigieron la convocatoria de Mario Kempes y René Houseman y la entrega de 100 camisetas albicelestes autografiadas (adjuntaron una lista con los nombres de los 100 jugadores firmantes, incluyendo equipo y país en que juegan).

No me secuestren, soy Basile

El hecho causó gran sorpresa en los ambientes nocturnos, políticos y futbolísticos (en ese orden). Pero sobre todo, entre los secuestradores. Especialmente, cuando se enteraron, por el propio Basile, que ya no era el técnico de la Selección Nacional. Incluso, les informó que desde hace varios meses ese puesto lo ocupa Diego Maradona.

Según testigos, habría sido entonces cuando se vivieron los momentos de mayor tensión y nerviosismo. Tras un extenso debate ideológico, los Montoneros K reconocieron que “algo” podría haber fallado en la “Operación Whisky”. Ante la imposibilidad de encontrar rápidamente un Responsable Futbolístico que asuma los costos deportivos de la operación, optaron por continuar con el plan original, aunque modificando las demandas.

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Para cuando pudieron comunicarse con Julio Grondona, la liberación de Basile dependía de la entrega de entradas para ver a la Selección. Eran 10, exactamente. Y podían ser menos, también. Tampoco exigían plateas. Se conformaban con ir a la popular. Además, eran para el amistoso contra Madagascar. A jugarse en febrero, en La Puna. Y a las 3 de la tarde, por compromisos con la TV.

Cuentan que la negociación con el Presidente de la AFA fue muy dura. Y el diálogo, muy breve. Informado de la situación, Grondona fue directo. Les dijo que no tenía más crédito en su celular. Y les cortó la comunicación. Fueron las únicas palabras que escucharon de Don Julio. Los Montoneros K quedaron en silencio. Estaban emocionados. Grondona les había hablado. No era poco lo que habían conseguido secuestrando a un ex Gran DT.

Crónica TV de un secuestro

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Las primeras informaciones sobre el secuestro de Alfio Basile fueron muy confusas. Tanto, que hasta los mismos guerrilleros llamaron a varios programas de radio para preguntar sobre la veracidad de lo que estaban haciendo. “No les creemos a los medios”, alegaban frente a las cámaras de Crónica TV mientras exhibían un cartel que decía “Diario Olé miente”. Detrás, podía verse al Coco con la mirada perdida en una tabla de achuras. Le habían colocado una camiseta de Brasil. Y parecía alcoholizado.

Aunque inicialmente se aseguraba que Basile había sido secuestrado mientras “tomaba una raya” en un conocido cabaret, un cable posterior aclaró que se encontraba en el bar “La Raya”, comiendo una parrillada. Sin embargo, los medios insistieron en relacionar su secuestro con el tráfico de efedrina, el doping de Maradona en el Mundial, la antinomia Bilardo-Menotti y la crisis de los consumidores de paco por la falta de monedas. También se especuló mucho sobre la participación en el hecho de los temidos carteles. Tanto los del narcotráfico, mexicanos, como los publicitarios, de las canchas argentinas.

Pegadito a La Raya

En una posterior conferencia de prensa, organizada por los amigos del Coco en el baño de mujeres de “La Raya”, Basile admitió haber sido secuestrado en estado de ebriedad, pero aclaró que había sido emborrachado por los propios secuestradores. Aparentemente, con el objetivo de facilitar su traslado. “Los pibes se gastaron una fortuna para poder ponerme en pedo. Evidentemente, o no me conocían o subvaloraron mi capacidad técnica”, apuntó con su voz ronca.

Sobre su liberación, señaló que fue consecuencia de una negociación comercial con sus secuestradores. Contó que cuando el mozo trajo la cuenta, los guerrilleros lo amenazaron con un “pagadios” revolucionario. Disuadidos por la presencia de las cámaras de TV, aceptaron la propuesta del Coco. “Les dije que si me liberaban, yo asumía la responsabilidad política por los costos económicos de la operación. Los players agarraron viaje en seguida”, aseguró un ya entonado Basile.

Después, se fue a festejar su liberación junto a un grupo de amigos. Aunque no lo confirmaron, habrían ido a “La Torre”, el cabaret preferido por los directores técnicos, pero asiduamente concurrido por los futbolistas.

INFORME: SILVIA PEYRÚ. ASESORAMIENTO DEPORTIVO: DR. CARLOS SCAZZIOTA. AGRADECIMIENTO ESPECIAL: LIBRO DE AUTOAYUDA PARA ALCOHOLICOS “LA ÚLTIMA COPA” (TOMO 1)

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