Consecuencia de su viaje a la selva colombiana, Néstor Kirchner padecería el “Síndrome de Esto es el Colmo”. También conocido en Sudamérica como “Stress Bolivariano”. Clínicamente denominada Chavitis Aguda, es una de las enfermedades más populares del Siglo XXI. Es ocasionada por el contacto con el petróleo o algunos de sus derivados, como las valijas. Su efectos principales son delirium ideologicus y embolia general. Y los síntomas habituales: enrojecimiento repentino, deformación de los índices, amnesia selectiva y estrabismo estratégico.
El rumor fue confirmado por los pobladores de El Calafate. Lo vieron deambular por las calles de la ciudad desvestido de indio y hablando en otras lenguas. Podría ser guahíbo o vinagreta. Esta última no es recomendable para su afección oficial. Tampoco la música salsa, que ahora escucha a todo volumen. “Más que irritable, su colon está insoportable”, aseguran sus vecinos. Lo descubrieron colocándole una banda presidencial a un iceberg. Creen que lo habría confundido con Cristina. “Lo llamaba señora presidenta”, cuentan.
La elección de Puerto Madero para instalar sus nuevas oficinas no sería ajena a la enfermedad. La clave, la cercanía del río. Acostumbra llegar en una canoa bipolarizada. Los remeros serían ex montoneros integrantes del Yacht Club Argentino. Remo Constanzo desmintió su participación. Los arenga con canciones de Víctor Heredia.
“Canta horrible, pero no desentona”, aseguran especialistas. Se refieren a sus mocasines, que combinan con las canciones y el taparrabos cruzado. Lo peor es que lo usaría abierto, como sus ambos. Habría denuncias por exhibicionismo, obscenidad expresidencial y mal gusto. También bromas sobre sus miembros. Sobre todo de la custodia. Visten uniformes que imitan a los de las Farc. Las cartucheras y mochilas serían Louis Vuitton, originales. Como las de Tirofijo.
Acusan al Gobierno de pagar los altos gastos del ex presidente y su tribu en Puerto Madero. Cristina lo negó. “Los cosméticos con que Kirchner se pinta la cara me los robó de la cartera”, confesó desde el atril oficial. Su rostro estaba cubierto por una elegante bandera argentina. “Quieren dañar mi imagen y la del país”, acusó al gobierno de Estados Unidos de trabar un embarque de cosméticos. También de la enfermedad de su marido. “Lo engualichó el FBI”, denunció.
Alberto Fernández aseguró que Kirchner almuerza todos los días en el comedor de Raúl Castells en Puerto Madero. El líder piquetero lo confirmó. Pero negó recibir subsidios adicionales del Gobierno. También aseguró que la trucha, el salmón y el ciervo son platos habituales del menú popular que ofrecen. “Desocupado es quien perdió su empleo, no su buen gusto”, alegó ante las cámaras de El Gourmet.
El Canciller Taiana sufriría la misma enfermedad. Niegan que Kirchner lo haya contagiado. Aseguran que se habría mimetizado. Temen que se extienda al resto del Gobierno. Cristina muy preocupada por la imagen del país. “Lo peor que podría pasarnos es que nos vean a todos como indios”, confesó. La tranquiliza la evolución de la crisis energética. “Ni siquieran nos van a ver”, la habría esperanzado De Vido.
INFORME: MANUEL PELLEGRINI. ASESORAMIENTO ANTROPOLÓGICO: HUGO CURTO, CACIQUE BONAERENSE. AGRADECIMIENTO ESPECIAL: ABERTURAS “LA CORTINA DE HIERRO”, DE ANDY Y DINO KUSNETZOFF (ESPECIALIDAD EN BLINDAJES IDEOLÓGICOS).
Hace 7 horas
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