La adicción al gasoil hace estragos entre las vacas

Preocupación en la industria ganadera. La adicción de las vacas al gasoil estaría causando estragos. Sobre todo en los animales más jóvenes. “El futuro no los motiva”, asegura un psicólogo rural. Se habría iniciado en el Mercado Central. Sobre todo durante las largas esperas en los camiones jaulas. “Tomaban para olvidar”, reconoce un camionero.
Habrían detectado consumo de “Paco” en vacas del Gran Buenos Aires. También de opio y heroína. “Se consiguen más fácil que el gasoil”, admite un productor. Ni siquieran querrían pastar. Estarían comenzando a fumarse el forraje.
La situación habría empeorado desde que Moreno prometió que llovería gasoil. “Se la pasan boquiabiertas mirando el cielo”, afirma un ganadero. Confiesa que sus vacas, además de ociosas, son adictas. Algunas ya han comenzado a inyectarse. Cada vez son mayores lo casos de sobredosis vacuna. Habría veterinarios involucrados. También empresas petroleras.
Las Hereford preferirían las naftas. Sobre todos las de alto octanaje. “Por una lata de lubricante son capaces de matar”, afirma un estacionero. Ante la desesperación, algunas llegan a entregar una parte de su cuerpo por un litro de gasoil. Incluso de fueloil. Lo cuentan en una estación de servicio. Están comiendo un asado. No les queda combustible en los depósitos.
Denuncian que los caballos estarían manejando el negocio en los campos. Los han visto traficando gasoil en las tranqueras de las estancias. Se hace difícil detenerlos. Sobre todo de a pie. Habría integrantes de la Policía Montada involucrados. También algunos peones inescrupulosos.
“Algunos corren con el caballo del comisario”, denuncia un equino que prefiere mantener su nombre en reserva. “Llámenme Mister Ed”, sugiere. Ofrece información caliente por pasto fresco. “Esto es una zona rural liberada, y no sólo de aftosa”, sonríe y se aleja al galope. Lleva dos bidones en la monta. “Tiene una entrega en Lobos”, asegura un peón desde el tractor. También sonríe y se va. Pero caminando.

INFORME: SALVATORE ADAMO, CORRESPONSAL GANADERO Y ESTANCIERO. ASESORAMIENTO PETROQUÍMICO: ING. WALDO DE LOS RÍOS. AGRADECIMIENTO ESPECIAL: LIBRERÍA TURCA “BARQUITO DE BABEL” (CON LA COMPRA DE UN LIBRO, UN REBASADOR DE REGALO).