La lesión de Román Riquelme no sólo conmovió a los hinchas xeneizes. También a su madre. Habría accedido a entregarle a su hijo las llaves de la casa. El desgarro le impediría al jugador entrar y salir a cada rato. Esto molestaría mucho a su madre. Sobre todo por el frío. Siempre amagaría salir. Pero finalmente se quedaría.
Enviá este blog a un amigo o enemigo (preferentemente)
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario